martes, 17 de abril de 2012

Viñetas poderosas


Tres editoriales especializadas en historietas y novelas gráficas cuentan cómo surgieron y a dónde quieren llegar en su cruzada para imponer el género en la Argentina.

Txt. Gonzalo Sánchez Segovia - @gonzalo_ss

La Editorial Común
La historieta está buscando su lugar: escapar del gueto de las comiquerías y ganarse un espacio en las librerías. Aunque a veces está oculta en los anaqueles de humor o en la sección infantil, es un poderoso género de narración con el que se pueden contar historias complejas. Editoriales que se dedican exclusivamente a este género buscan encaminarlo al sitio que le corresponde luego de años de permanecer escondido en el under o las contratapas de los diarios.

El historietista Liniers y su esposa, la escritora Angie del Campo, decidieron crear la La Editorial Común para promover a otros artistas con libros que también sean un objeto valioso. Sólo publican novelas gráficas y las tiras de Liniers. “La idea es que Macanudo banque la edición de otros títulos y, aunque no alcanza, es algo”, explica Angie. Con un catálogo amplio, intentan instalar este tipo de producto editorial en el país: “Es algo que acá (casi) no existe y nos parece un formato muy interesante de la narrativa. En los artistas buscamos una estética que nos guste y que sean diferentes entre sí. El concepto todavía no aterrizó en la Argentina y con la página tratamos de comunicar sobre la novela gráfica, qué está pasando afuera y darle un contexto a las obras, ya que buscamos publicar tanto autores nacionales como internacionales”.

Galería Editorial
Con un perfil diferente, Galería Editorial nació cuando dos amigos que llegaron a Buenos Aires desde Bahía Blanca para estudiar, tuvieron ganas de publicar historietas de conocidos. Además del lanzamiento reciente de las obras de Grego y Andrés Alberto, en Club Cultural Matienzo, (ambas tiras humorísticas), tienen la idea de editar libros de arte. “Nos interesa el humor. En los autores buscamos frescura, ese ingenio que te quiebra un poco, que tuerce el sentido común. Nos gusta el concepto de libro con impronta gráfica, por eso nos interesa ir para el lado de las artes plásticas”, cuenta el editor, Matías Duarte.

Por su lado, Moebius es más que una editorial, también tiene una tienda en Almagro y próximamente abrirá otra en la galería Patio del Liceo. La idea surgió de tres amigos fanáticos de los cómics que decidieron empezar a editar a los dibujantes que les gustaban, para ocuparse de todos los detalles y generar productos de calidad. En su haber tienen nueve libros de temas variados y diez números de Chikismiki, una revista interdisciplinaria de la que sólo participan chicas. “Buscamos tirar centros para varios lados, abrirnos a diferentes estilos, porque veíamos que el mercado estaba muy limitado. Gustavo Sala y Lucas Varela son bien del palo de la historieta, Patricio Oliver y DGPH son representas de cierto estilo que mezcla diseño e ilustración y Carlos Nine va por el lado de la plástica. Nos caracterizamos por eso, por llevar historieta a otros públicos”, define el editor Martín Ramón.
Moebius

Las tres editoriales coinciden en que la mejor manera de vender es de forma directa a través de Internet, y que la principal dificultad que tienen es la distribución en las tiendas de libros por falta de espacio o interés por parte de los libreros. Pero igual no se resignan: “Nos parece que tienen que estar en las librerías porque es el ámbito natural del libro y porque crea nuevos lectores”, asegura Matías, y Martín, de Moebius, coincide: “Si están expuestos, los títulos se venden. Son atractivos y hay mucha variedad. El tema es la exposición”. Ninguno lo hace con fines comerciales, sino para llevar un género que los apasiona a un público más amplio y así poder inspirar a nuevos artistas. Lo que no quieren es permanecer al margen: “La verdad es que el esfuerzo está en llevar los libros a la gente, y es difícil porque las librerías están empapeladas con otras cosas”, concluye Angie.




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